detector de calor fijo
Un detector térmico fijo es un dispositivo crucial de seguridad contra incendios diseñado para detectar cambios significativos de temperatura en un área monitorizada. Funcionando según el principio de detección térmica, estos dispositivos utilizan ya sea detección por tasa de ascenso, detección por temperatura fija, o una combinación de ambos métodos para identificar posibles riesgos de incendio. El detector monitorea continuamente la temperatura ambiente y activa una alarma cuando la temperatura supera un umbral predeterminado, típicamente entre 135°F y 165°F (57°C a 74°C), o cuando detecta un aumento rápido de temperatura. Estos dispositivos son particularmente efectivos en entornos donde los detectores de humo podrían generar falsas alarmas, como cocinas, garajes o espacios industriales donde son comunes el polvo, el vapor o los humos de escape. La tecnología empleada en los detectores térmicos fijos incluye termistores o sensores termoeléctricos que proporcionan un monitoreo de temperatura confiable y preciso. Por lo general, estos dispositivos están conectados directamente al sistema de alarma contra incendios del edificio, garantizando protección continua y respuesta inmediata ante posibles amenazas de incendio. La construcción robusta de los detectores térmicos fijos los hace adecuados para entornos severos y les permite mantener un rendimiento constante incluso en condiciones difíciles. Estos detectores están diseñados para cumplir con estrictas normas y regulaciones de seguridad, incluyendo certificaciones UL y códigos locales de prevención de incendios, lo que los convierte en un componente confiable dentro de sistemas integrales de protección contra incendios.